20080109

LIMITACIONES A LA DICRIMINACION RACIAL


La dignidad y la igualdad tienen que ser inherentes a todas las personas. La raza, el sexo, el idioma o la religión no deberían ser motivo de discriminación en ningún caso y en ningún lugar. Así lo defiende la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, en vigor desde 1969, y lo ratifica la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero la realidad es muy distinta.
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