20080503

SALUDA.-


Tres mil años de historia nos contemplan hoy desde esta ciudad en la que las bendiciones del sacerdote judío se mezclan con el llamado del almuecín musulmán y con las campanas de las iglesias cristianas; en la que en cada callejuela y en cada casa de piedra se han oído las admoniciones de los profetas; cuyas torres han visto el surgimiento de las naciones y su caída; pero Jerusalem permanece eternamente...
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